Hoy, leyendo un artículo del pedagogo Jesús Jarque García, he podido reflexionar sobre un tema que nos afecta a todos los que formamos parte del proceso de enseñanza- aprendizaje de los pequeños. Con todos me refiero no sólo a la comunidad educativa, también a familia y alumnos, que en realidad, son los que más sufren las consecuencias, sean buenas o malas.
Se trata de la tiranía de los 15 temas. Lo llama así este colega, debido a la división de los libros de texto, a los que están sujetos y pendientes la mayoría de los profesores, en 15 temas, divididos éstos en los tres trimestres. Antes de comenzar las clases, ya se tiene como objetivo ver, a lo largo del curso, esos temas, cuando en ningún decreto, que son los que sí deben cumplirse, pues son los que exponen los objetivos a los que se debe llegar en cada etapa, en ninguno de ellos, en ninguna normativa, se explica que esos temas deban darse en clase obligatoriamente.
Como podéis imaginar, este tipo de hecho, tiene una serie de consecuencias que, al contrario de lo que se pretende, que es alcanzar los objetivos establecidos, tienen lugar. Por ejemplo:
- El criterio que se termina siguiendo es temporal y no pedagógico. Se da el tema que toque y en el tiempo que toque, lo demás no importa.
- Se convierte en una carrera contrarreloj y no sólo por los temas, también contra los colegas.
- Se produce estrés en el profesorado, en los padres y en los alumnos.
- Se produce intolerancia de los profes por la intromisión de otros contenidos.
- Se dan todos los temas, los 15, pero al final, no se asimilan. Se aprenden, se demuestran en un examen y se olvidan.
Todo esto, que afortunadamente, no siempre se cumple, no es más que una pista que nos dice que algo, nuevamente está fallando en nuestro sistema educativo, ¿no creéis?

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